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domingo, 9 de agosto de 2009

Capítulo 2 - El Chevy Azul

Salí de la uni. No me acuerdo en qué semestre estaba. No me acuerdo mi edad, quizá 20 años. Hacía un rato me había puesto de acuerdo con un chavo, andabamos con ganas de algo, él tenía más de un mes que no se tiraba a la novia, pero no teníamos lugar. Coño. "Ahí vemos, paso por tí. Tengo un Chevy azul" me dice.

En la esquina lo espero. Veo el Chevy azul acercarse, me subo. Vidrios polarizados, qué naco, pienso yo. No tenemos lugar, no vivimos solos. Mis padres en mi casa, su novia en la suya. Damos vueltas. ¿Motel? Obvio no, yo no pago por cojer, wey.

Damos vueltas por un fraccionamiento semivacío, pero la paranoia es mucha. ¡Zaz! Se nos prende el foco. Vamos a la playa, al mirador donde los chavos se juntan a chupar. Se estaciona entre dos camionetas con chavos y chavas bailando, chupando y cantando borrachos. Pinches vidrios polarizados, no vuelvo a opinar tan a la ligera.

"¿Qué pedo?" me dice nervioso. Je, los weyes closeteros son bien paranoicos. Le propongo hacernos una chaqueta y la idea le late, pero se queda quieto. El wey obvio espera que yo empiece, aparte de closetero pasmado... así que me desabrocho el cinturón de seguridad, y me inclino hacia él. Desabrocha su cinturón, y se deja hacer mientras abro sus jeans, y se los bajo junto con los boxers lo suficiente para dejar libre su verga y sus webos. Es una verga mediana, blanca y sin circuncidar, con mucho vello negro alrededor. La tiene parada ya, con el glande medio cubierto, y empapada de lubricación. "¿Estás bien caliente no?" le pregunto. "No mames, no me he podido cojer a mi vieja hace un mes". Este cabrón no va a aguantar mucho. Cuando tomo su verga con mi mano y descubro su glande, siento como escurre su lubricación hasta llegarme a la mano, mientras este wey se agarra con la mano izquiera al volante y con la derecha se levanta un poco la playera, dejándome ver un vientre suave y plano, con un poco de vello. Comienzo a masturbarlo, rápido, subiendo y bajando el pellejo de su glande, que resbala rico con su lubricación... Él nomás jadea quedito, aguantándose, y mueve muy ligeramente sus caderas, mientras su mano izquierda se aferra al volante. Mientras los chavos y chavas bailan a nuestro alrededor al otro lado de los polarizados, éste wey empieza a gozar de lo lindo con mi mano chaqueteándole la verga, con los ojos cerrados, seguramente pensando en la novia que desperdició la lechada que iba a soltar conmigo...

"No manches, ya me voy a venir, pásame algo rápido dónde echarlos" me dice de repente, señalándome un vasito desechable en el tablero. Trato de alcanzarlo sin dejar de jalarle la verga, pero al inclinarme para tomarlo, el wey ya no se pudo aguantar. Nomás apretó los dientes, se aferró con la mano izquierda al volante, y gimiendo ruidosamente aventó un par de chorretones de semen blanco y espeso, que cayeron en el volante y en el tablero del carro. Los demás chorretones de su semen solo escurrieron tranquilamente por su verga y mi mano, calientes y espesos, hasta empezar a gotear en su boxer... al wey le estaba costando un webo aguantarse los jadeos, lo cuál hacía que se viera más rico ahi sentado, con los pantalones a medio muslo y la verga llena de su semen... "No mames..." es lo único que decía, mientras limpiaba el volante.

Cuando me tocaba a mi, el wey como buen "hetero" se quizo hacer del rogar, y un mensaje al cel lo salvó. Pasó a dejarme cerca de mi casa, y se fue quién sabe a dónde.

¿Enojado yo? Para nada, el espectáculo estuvo rico, después de todo. Y su coche debe haber pasado por el autolavado antes de ir a recoger a la novia, jejeje.


Capítulo 1 - JL

"¿Te caigo? Estoy aburrido aquí". El mensaje parpadea en el messenger. JL está en la ciudad, y se cae del aburrimiento en casa de sus amigos. "Pues vente, a ver qué hacemos". Él viene seguido a la ciudad, pero nunca me avisa, y al cabrón le traigo un buen de antojo desde hace tiempo. Es muy buen pedo, pero aparte está bien rico el chaval. Pero claro, me avisa justo cuando acabo de jalármela.

En 15 minutos ya está en el portal de mi edificio, debe haber estado realmente aburrido. Más bajito que yo, quizá 1.68, moreno como canela, y muy delgado. Su cara de niño, con su barbita negra de candado muy leve, su cabello negro corto y ensortijado, sus lentes y sus piercings, lo hacen parecer mucho más chavito de lo que es. Y neta que eso me pone.

Me saluda, y subimos a mi depa. Me siento en la cama, y él en la compu, y nos pasamos el rato platicando pendejadas. Es artista plástico, confieso que me agradan sus fotos, que me muestra online. Él abre mi iTunes, y se pone a escuchar mi música y preguntar cosas. Se encuentra la carpeta del porno, la abre y quiere que le recomiende algo que ver. Me levanto y me paro tras de él para señalarle lo que puede abrir. Al tercer video, ya nos estamos besando, con mis manos bajo su ropa. Diablos, la piel de su espalda es muy muy suave, y sus labios son suavecitos, húmedos y besan bien rico, su lengua buscando la mía, su verga bien dura bajo sus jeans, apoyándose contra mi.

Sin dejar de besarlo, le quito primero su playera, y después el cinturón. Su torso es delicioso, totalmente lampiño, muy delgado pero con el pecho delineado, sus clavículas muy marcadas, el vientre plano... su piel es del mismo tono canela de sus brazos... sus pezones son pequeños, y muy obscuros. Dejo de besarlo, y me inclino a lamer sus pezones, mientras acaricio su torso con una mano, y bajo la otra a su bragueta, para irla abriendo. Él se prende al sentir mi lengua en sus pezones, así que dejo su bragueta un momento, y me dedico a lamérselos, chupárselos y acariciarlo un ratillo. JL empieza a jadear muy suave, y me toma de los hombros o la cabeza, y me quita la playera. Al poner de nuevo la mano en su bragueta, siento que tiene la verga a mil, así q abro sus jeans, se la saco de los bóxers, y comienzo a chaquetearlo mientras vuelvo a su boca para comérmelo a besos una vez más.

Comienza a jadear en mi boca cada vez más, al tiempo que intenta abrir mis jeans, por lo que decido mejor quitarme los jeans y los boxers y ya toda la ropa de una vez... y aprovecho para quitarle la suya también. Joder, este cabrón está delicioso desnudo. Acanelado, rostro aniñado, y totalmente lampiño excepto por la barbita... y una pequeña mata de vellos negrísimos en la base de una verga bien chida... incircuncisa, color canela, de mediano tamaño, quizá sus 16 o 17cm, de la que colgaban un par de webos más bien pequeños...

Lo beso un poco más... qué rico besa este chavo... pero la neta es que esa verga me llama, así que con trabajo me suelto de sus labios, y empiezo a recorrerlo con mi lengua... la barbita, el mentón... el cuello, la manzana de adán... la clavícula, su pecho, y me entretengo con un par de lengüetazos en sus pezones oscurísimos, con lo q le arranco un gemido... mi lengua sigue recorriendo su abdomen... el hueso de su cadera... hasta que le agarro la verga tiesa con una mano, mientras recorro con mi barbilla y mi nariz los pelitos negros de su base... huele rico... muy rico... y ya, mientras le acaricio los webos con una mano, le bajo el pellejo con los labios y comienzo a chuparle ese glande oscuro y húmedo q tiene... en automático me pone sus manos en la cabeza y los hombros, y comienza a jadear y mover ligeramente sus caderas... tiene una verga bien rica, sabe bien, y su lubricación se combina con mi saliva y le escurre hasta gotearle en los webos, que se contraen con cada chupada que le doy...

Los gemidos de JL son música para mis oídos, y me masturbo mientras se la mamo. La tengo bien parada, y le digo si no quiere chupármela él. Me pongo de pie en la cama, y me recargo contra la pared, mientras él de rodillas me toma la verga, descubre mi glande, y comienza a lamer y a chupar hasta que se la mete a la boca... Su cara de chamaco pijo metiéndose mi verga en la boca... pfff... estoy bien prendido y me hace gemir rico mientras lo observo un rato cómo lo hace...

Ya bien caliente le dije que me lo quiero cojer. Me dice que va, que casi siempre la hace de activo, pero se deja que me lo coja. Puta, y yo en chinga poniéndome el condón mientras él se pone de costado mostrándome un culito pequeño y riquísimo... quiere que lo penetre de ladito. Así no me late, pero va, lo intento. El pedo es que me cuesta mucho trabajo acomodarme, encontrarle el modo, y mierda, se me empezó a bajar. Lo convencí y se puso de a perrito, pero ya ni pedo... ya se me había bajado. No es buena idea sonsacarme para cojer cuando me la acabo de jalar.

De plano en lugar de hacer coraje, preferí ponerme proactivo, así que lo recosté y me bajé por los chescos otra vez. Jo, si no me lo puedo tirar, no quiere decir que lo mande a casa sin tratar de dejarlo contento (y claro, disfrutarlo yo un rato más). Así que de nuevo le empecé a chupar la verga, y él empezó a gemir de nuevo. Diantres, con lo que me prende un wey que gima, y este gime cañón de rico.

"Wey, creo que ya me voy a venir" me dijo entre jadeos unos diez minutos después. Le suelto la verga, empapada de lubricación y saliva, y le pregunto cómo quiere que lo haga acabar.

"Así". Entonces comencé a darle una mamada de las buenas para hacerlo acabar, con una mano en su abdomen y la otra acariciándole los webos y los pelitos mojados del pubis, mientras chupaba su verga con ganas.

"Ah... ahh... ay... ya wey... ya..." me dijo mientras gemía muy ruidosamente. Sus caderas ya tenían un ligero ritmo, así que se reclinó un poco tensando su abdomen y mientras gemía aún más ruidoso, sus webos se contraen y comienza a eyacular en mi boca... dos, tres... JL gemía y jadeaba mucho, mientras yo me comía su semen... casi nunca se los como a nadie, pero con él me latió un buen hacerlo, y no me arrepentí, el wey se vino bien chido y su semen sabía muy bien... siguió gimiendo un poco más mientras yo se la chupé un poco más hasta dejársela bien limpia...

Le dije de acabarle en el pecho, y le pareció chido, así que me puse de rodillas frente a su pecho, y me la empecé a jalar... él me observaba, y yo le veía... cuando finalmente sentí que me venía, le tomé su mano y la puse en mi verga. "Hazme acabar, wey". Me empezó a chaquetear rico, y yo me apoyé con las manos en sus hombros, mientras hundía mi rostro en su cabello negro ensortijado y, ahora yo, empecé a gemir ruidosamente.

"Ahhh.." ahogué mi gemido en su cabello, apreté mis manos en sus hombros, al tiempo que su mano me sacó de menos unos 3 o 4 chorretazos fuertes que le embarré en el pecho y abdomen, y le escurrieron hasta mezclarse con la saliva y el poco semen que le quedaba en el pubis y en sus webos... puta, y un pinche orgasmo de esos que me dan cuando me estoy tirando a un wey que me encanta... fácil medio minuto de gozo absoluto en lo que mi verga acaba de chorrear la última gota de semen, y deja de palpitarme... quedé bien imbécil jadeándole en el cabello mientras él bajaba de a poco el ritmo de la chaqueta...

Quedamos recostados los dos cansados. Ya luego se limpió el desastre que le hice en el pecho y seguimos platicando un ratillo más, hasta que se tuvo que ir porque ya era tarde.